Las dificultades que muchos niños enfrentan en la escuela se gestan tempranamente en el curso de vida y se manifiestan desde las primeras etapas de la escolarización. La capacidad de anticiparse a estas situaciones es crucial para la definición y la implementación de estrategias de apoyo personalizadas y, sobre todo, oportunas. La evidencia demuestra que en educación las respuestas remediales son más costosas y menos eficaces.
Este libro aborda el problema a partir de un estudio longitudinal, que supuso el seguimiento desde la educación inicial y hasta el final de la enseñanza primaria de las trayectorias de una cohorte de alumnos, así como el diálogo en terreno con directores y docentes de escuelas públicas de Uruguay. La evidencia reunida muestra que los rezagos en el desarrollo sobre los 5 años de edad —fuertemente dependientes de las condiciones de vida desde la gestación— son potentes predictores de dificultades posteriores en la escuela, vinculadas a la repetición y al rezago en las trayectorias de aprendizaje.
Uruguay posee óptimas condiciones para consolidar sistemas de alerta temprana que contribuyan a revertir estas situaciones: además de haber alcanzado la cobertura universal desde los 3-4 años, ha desarrollado con éxito protocolos de valoración del desarrollo infantil y sistemas de información robustos, así como evaluaciones formativas para el monitoreo de los aprendizajes. Sin embargo, en la práctica, persisten dificultades y tensiones que limitan fuertemente el desarrollo de un sistema coherente, sostenido y eficaz de identificación temprana y apoyo oportuno.